Leyendas de Suflí 1/6
Iglesia Parroquial de Suflí
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Según el historiador Antonio Tapia Garrido esta Iglesia de Santa María la mandó construir el obispo de la Diócesis de Almería Don Rodrigo Mendía y Parga donde se inauguró el 3 de Mayo de 1671, aunque no fue hasta el año 1782 cuando el Obispo Fray Anselmo Rodríguez la hace definitivamente curato.*
Su planta actual es rectangular con orientación norte-sur, pero en su origen, siguiendo la costumbre que dictaba la iglesia católica, su orientación era de levante a poniente.
Los rayos del Sol entraban al templo al amanecer para iluminar el Sagrario, donde los fieles miraban hacia el oeste durante la oración con el sacerdote frente a ellos, así la luz iluminaba el altar mayor cuando estaban orando.
Esta Iglesia hay que decir que se edificó sobre los restos de una antigua mezquita y que parte de nuestra plaza perfectamente pudo ser el patio de la misma, con su fuente de abluciones, donde su agua pudo ser traída desde el nacimiento del barranco del Marchal, pues aún se puede observar escasos restos de una antigua conducción de agua, que conduce hasta nuestro pueblo.
La torre que conocemos en la actualidad es de nueva construcción y data de la década de los años 50, hay que decir también que su emplazamiento actual no es el original, ya que la torre primitiva se encontraba dentro de lo que hoy es el solar del Ayuntamiento, posiblemente a la izquierda de la puerta principal.
Dicha torre pudo ser una adaptación del alminar o minarete, de dicha mezquita, así como desde ese emplazamiento se podía divisar el castillo de Purchena, sirviendo esta de torre vigía en periodos de contienda. Aún se conservan varias fotos en las que se ve la torre cristiana originaria.
No hay que pasar por alto que dicha Iglesia se construyó en honor a Santa María, pero posteriormente se cambió su advocación a San Roque, tras su paso por este pueblo de los Padres Mínimos de Vera, que tras la desamortización que sufrió la iglesia católica dejaron de tener cualquier relación con nuestro pueblo.
Cuentan los mayores que por la plaza discurren unos túneles que en su día sirvieron para refugiarse en épocas de contienda, así como para abastecerse de agua filtrada de las montañas.